Todo lo que tiene que ver con las potenciales efectos negativos de la influencia de los algoritmos, en las distintas áreas de aplicación, parten de la premisa de que como usuarios somos tontos.
Individualmente no, pero como colectivo somos altamente manipulables. Y no digo que no sea así, pero también es importante tener en cuenta que se trata de una foto fija basada en el momento actual.
Las cosas en entornos digitales tienen una volatilidad enorme, la percepción de las tecnologías también. Así que si es verdad que se está centrando mucho la crítica actual en contra de los algoritmos, algo lógico ahora. También lo es que eso progresará.
Y el segundo paso en ese recorrido es el de la concienciación de la existencia de los mismos y cómo nos intentan perfilar para según qué objetivos. Esto también está pasando, de modo que muchos usuarios toman decisiones conscientes para influir en esos algoritmos.
Así que en realidad hay menos drama de lo que pudiera precer, de hecho nunca lo hubo. Pero el conocimiento sobre el entorno es progresivo y afecta a todo el proceso, incluyendo a los participantes humanos.