No es la primera que vez pasa esto. Pero se está repitiendo de forma milimétrica, aunque es verdad que la situación no es la misma, la incertidumbre sí lo es. Así que ahora ya hemos llegado a ese punto por el que se apuesta por lo digital, pero desde el apuro.
Que esta apuesta puede ser hoy por lo digital y mañana por otra cosa. En realidad no se está apostando por lo digital, aunque las condiciones actuales sean perfectas para ello, lo que realmente está ocurriendo es que se apuesta por cualquier cosa diferente a ver si se escapa.
Es normal. Cuando hay apuro hay que moverse. El problema básicamente es que todo lleva su tiempo, y esto no siempre casa con las prisas en las que te encuentras cuando la cosa es urgente.
Y el segundo perjuicio está en los vendemotos, que ofrecen una posibilidad de escapatoria irreal a quien se encuentra en esta situación de vulnerabilidad.