El uso generalizado de la informática fue muy transformador al principio y en cada gran avance. Pero llegó un momento en el que ya estaba ahí, consolidado de forma permanente y se le dejó de prestar atención.
Como tantas otras cosas pasó a convertirse en otro mueble de la casa. Algo a lo que prestarle la atención justa. Como un elemento utilitario, una herramienta multiusos que manejo solo para lo que necesito y a veces ni eso.
Muchos han descubierto durante el confinamiento la dimensión estructural que tiene. Tomando conciencia que sin un ordenador y una conexión a Internet está casi en una cueva, en lo que a la vida actual se refiere.
De repente se ha visibilizado la brecha digital, por ejemplo en educación. Y los problemas derivados de quien no dispone de un escritorio digital con el que estudiar. Sin pc, portátil o tablet ahora no hay educación, sin conexión a internet no se puede asistir a las clases virtuales.
Pero también mucha gente ha entendido que la dependencia es global, incluye el ámbito de la enseñanza, el trabajo, las relaciones, las comunicaciones, el ocio, la cultura… La diferencia que hay entre un país con conectividad de alta velocidad como España y otro que no tiene tanto como Reino Unido.
Las herramientas a las que se ha acudido, las plataformas que se han usado, las redes sobre las que nos hemos interconectado y los usos combinados de todo lo anterior ya estaban ahí.
Como sociedad los hemos empezado a utilizar de forma masiva por obligación. Pero sin reparar en que de no contar con esta alternativa, que debería ser la primera en muchos escenarios habituales, estaríamos totalmente descolgados, y los problemas hubieran sido muy serios.
Mención especial para todos los informáticos, próximos y lejanos, que durante el confinamiento han estado colaborando con todas las personas que le han pedido ayuda con cuestiones operativas, configuraciones e instalaciones.
Parece claro que ha llegado el momento de que en general, vayamos un poco más allá en el uso de la informática que está a nuestro alcance, no solo para este momento, sino para el futuro próximo, tenemos que entender mejor nuestra principal herramienta de uso.