Cuando adquirimos tecnología por encima de nuestras posibilidades

No es algo nuevo, pero cada vez se da más. En mayor o menor medida casi todos acabamos comprando productos o contratando servicios tecnológicos por encima de nuestras capacidades y posibilidades.

La primera que fui consciente de ello fue cuando la fiebre por comprarse iPhone. Para un grupo importante de los compradores, el reclamo que les hacía decidirse por gastarse esos nuevos teléfonos, que comparativamente eran mucho más caros que sus antecesores, no eran sus fantásticas características, era otra cosa.

Lo compraban como un símbolo, era algo que les llamaba la atención sin comprenderlo y que era capaz de proyectar una imagen de lujo, o lo que sea que les motivara para comprarlo, algo que todavía me cuesta entender.

Esos primeros dispositivos, para este tipo de usuarios, fueron los dispositivos caros más infrautilizados que he visto nunca, y para muchos de estos usuarios deslumbrados lo siguen siendo. No usan ni un 5% de sus posibilidades.

Ahora, con la fiebre consumista de fin de año, entre black friday, cybermonday y la campaña de reyes, la cantidad de dispositivos tecnológicos que se compran sin entender sus características se seguirá incrementando.

Esto dinámica a su vez genera diversas situaciones difíciles de gestionar, una de ellas la seguridad. He visto a personas tremendamente concienciadas con la privacidad de sus datos, que ante una nueva tablet no dudan en configurar sus dispositivo de la forma más cómoda y peligrosa posible. Sin terminar de entender lo que está haciendo con el aparatito ni lo que podría llegar a pasar por el uso que le está dando.

Relacionado con lo anterior está la contradicción entre el esfuerzo económico y el aprendizaje. Del mismo modo que hay facilidades para el pago, tendrían que plantearse facilidades de aprendizaje, para que sean conscientes, al menos, de lo que están adquiriendo.

En cualquier caso, lo mínimo debería ser conocer el significado de la etiqueta smart en los dispositivos, algo que ahora mismo no pasa. Todos los dispositivos tecnológicos y casi todos los electrodomésticos, son inteligentes, y esto, al menos, significa que procesan información y están conectados a internet.

Como siempre, el aprendizaje será por las duras, generando problemas de privacidad o de seguridad, y con el tiempo se tendrá cierto grado de consciencia acerca de su uso. Pero para entonces estaremos adquiriendo IA como si no hubiera en mañana y la rueda seguirá girando.

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