En España siempre veo muchos chistes sobre Portugal. A tope con los chistes, pero siendo de Canarias, las referencias se me escapan totalmente. Eso sí, siempre me ha llamado la atención de que mucha gente de ahí habla perfectamente castellano, algo que no pasa al contrario.
Cuando lo oyes hablar, sobre todo con determinadas expresiones y frases, puedes acabar pensando que en realidad es muy sencillo, que se parece mucho y que no debería ser complicado. Y acabas creyendo que poniendo acento y controlando cuatro cosas es suficiente.
Luego, si te animas un poco a estudiar, te das cuenta que no tienes ni idea, y si bien es cierto que es más próximo al chino, es un idioma del que no sabes absolutamente nada.
Lo que me llama la atención de esta situación, que se da bastante, es que también ocurre con el mundo digital. Solo hay una cosa peor que alguien que no sabe de digital: alguien que sepa un poco.
Si se sabe un poco, normalmente solo el efecto Dunning-Kruger es suficiente para que creas que sabes mucho o directamente que eres un experto. Y todavía peor es cuando quien te atribuye ese mérito no eres tú.
Lo jodido de la situación es que esa simplificación hace que neófitos, que solo han percibido el entorno, desde el lado del usuario, se metan en fregados de los que básicamente lo ignoran todo. Y claro, luego pasa lo que pasa.