Cuando Ignatius J. Reilly se topa con la realidad

No sólo en tiempos llenos de incertidumbre, como los actuales, la realidad es capaz de dar un revolcón al más pintado. La distancia que hay entre lo pensado y encontrado se puede estirar tanto por un extremo como por el otro.

El leñazo suele venir por lo lejos que se transita en el pensamiento. Aunque eventos como el actual nos ponen los pies en el suelo a todos. En cualquier caso, se da más de los que uno podría llegar a confesarse.

Aunque sea necesario, nunca es agradable ser el protagonista en un baño de realidad. Más allá del escenario personal, del que siempre uno busca escabullirse, llama la atención cuando lo presencias en directo siendo el otro actor en la ecuación, esto es la realidad.

Que digo yo, que también es duro, porque ves como el otro se revuelve, gesticula, contraargumenta y se revela, como uno se ha visto a sí mismo en otras ocasiones, sin que se pueda hacer mucho más que intentar endulzar el golpe.

No es bonito.

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