Creo que se está convirtiendo en mi monotema, las estadísticas y cuando sus números no son capaces de decir nada. Los datos, además de tozudos, no mienten y dicen las cosas con una claridad meridiana.
Pero no hay forma. Para algunas personas no les dicen nada. Y se puede comprender algo de esto, cuando no se entienden los parámetros y a simple vista no hay una influencia correlacionable.
Aunque realmente ese no es el punto, recuerdo hace años una persona que ante unas estadísticas, gráficos y explicaciones tremendamente exitosas comentó algo como ‘La verdad es que hemos notado una mejoría grande, pero vete a saber si es por esto‘.
En ese caso, ni siquiera una correlación directa e inequívoca, sacaba los datos del ámbito esotérico y los llevaba al de las realidades.
Quizás sea una cuestión más cultural que otra cosa. Los datos y estadísticas digitales se asumirán por algunas persona o no. Hasta que culturalmente otras generaciones no las cuestionen como si se tratara de algo intangible.