En digital siempre es buena idea tener un plan b y hasta un plan c, a la hora de afrontar las posibles eventualidades con las que te puedes encontrar. La forma de preparar los planes de contingencia se resumen en responder a las preguntas de qué hacer si las áreas críticas fallan.
Es verdad que puede que no fallen, pero por pura estadísticas lo normal es que todo lo que se da por supuesto, como estable acabe fallando tarde o temprano. En caso de que la respuesta a esta pregunta suponga caer en un cataclismo dramático, es bueno empezar a tener planes alternativos.
Sobre todo cuando se vayan a realizar cambios o migraciones. Siempre con una red de seguridad que no solo nos permita volver al estadio anterior, sino que se pueda revertir la situación de la forma más rápida posible.
En ésta época de crecimiento del comercio electrónico, la pérdida de los márgenes diarios que supone una caída de la web, explica el nivel de inversión en seguridad y respuesta que se debe dar.