Aunque no seas aficionado al atletismo, es evidente que correr una maratón al esprint es totalmente improductivo. No es que no sirva para ganar, es que no completas ni el 5% del recorrido. Es de sentido común.
Pero perogrulladas como éstas no resultan tan evidentes en entornos digitales. A los que en momentos socioeconómicos de crisis, se suele recurrir con urgencia como última solución. Y claro, se acaba confundiendo la urgencia con la velocidad.
Es normal. Pero no por eso deja de generar fracasos. Como con todo, cada cosa tiene sus tiempos. Se pueden acelerar mucho. Pero hay unos límites evidentes. Por lo que el tiempo invertido en una planificación inteligente es directamente proporcional a las posibilidades de obtener rendimiento.
Ser y estar ágil, y despierto también, pero siempre con estrategia y siguiendo un plan. Que permita dejar respirar sus pasos para que se pueda desarrollar con normalidad. Intentando evitar el sobre análisis que lleva a las contradicciones propias.