Justo hoy, estamos en el intermedio de un rara avis en cuanto a la oscilación de audiencia digital. Que se completará el próximo lunes. Más o menos todos los años se repite este periodo en el que pasamos del pico del Black Friday y Cibermonday, al valle del puente de la Constitución.
Las dos semanas anteriores al Black Friday comienza a gestarse el pico, con un aumento incremental de la presión de contenidos digitales, que se extiende al lunes siguiente. A continuación empieza el descenso al valle que entra en su zona profunda hasta casi el 9 de diciembre.
Estamos hablando de un periodo de casi un mes, en el que se sube y se baja mucho. Algo que es importante tener en cuenta en sus dos vertientes, tanto en la estrategia de contenidos orgánicos como en las campañas publicitarias.
En principio, no se deberían tratar estos dos periodos consecutivos de una forma plana, como si fueran estables, porque no lo son. Y dependiendo de cómo se gestionen pueden acabar descolocando el plan previsto.
En lo que respecta al pico, se trata de un periodo con un incremento de actividad por parte de los usuarios, pero no son ellos los que tiran del carro. En este periodo quien dinamiza son los anunciantes, ejerciendo una presión publicitaria anómala, esto es, muy alta y concentrada en pocas fechas. Generando una alta competitividad, que afecta a muchas otras campañas que están corriendo en periodos más largos.
En lo que se refiere al valle, la actividad de los usuarios, que para estas fechas sufren el estrés al que han sido sometidos, cae estrepitosamente. Tanto por desconexión como por necesidad de descanso. Con lo que campañas de contenidos que busquen la movilización o interacción tienen un camino más duro que en otras fechas.
Por supuesto, si se saben tocar las teclas adecuadas, se pueden aprovechar estas circunstancias en beneficio propio, pero siempre debe hacerse teniendo en cuenta el escenario en el que se está.
