Hacía tiempo que no me ocurría, pero ha vuelto a pasar. Quizás por eso me ha hecho tanta gracia. Espero que no sea un signo de que vuelve una crisis, porque en la anterior era algo que ocurría prácticamente a diario.
En este caso también me ha hecho gracia las formas, algo prepotentes, pero sin el algo. Por dejarlo claro, si pides un servicio y de entrada quieres que sea totalmente gratis, a eso se le llama pedir un favor. Si además lo haces con exigencias entonces básicamente no estás entendiendo nada.
Los que me conocen saben que soy muy dado con todo el mundo, tan generoso que en ocasiones se aprovechan –quiero pensar que ya no-. Pero que te intenten camelar sin hacer nada por camelarte es muy grande.
Lo más gracioso de la situación es que el susodicho seguramente no se está enterando de nada. Para él la gente inexplicablemente no le responde cuando exige un favor.