Todo este periodo ha generado un cambio de enfoque de nuestra realidad, transformándola en mayor o menor medida, entendiendo la volatilidad de las certezas, ayudándonos a poner en valor lo realmente importante.
Pues bien, ese cambio de perspectiva pasará, no durará, en cuanto cambio nuestra realidad y volvamos a la antigua normalidad desaparecerá cual amor de verano.
Me temo.