Lo de quiero eso y lo quiero ya no es algo nuevo, siempre ha estado ahí. Pero en lo que tiene que ver con los tiempos, en el entorno digital parece que cuando se dice ya, se pretende que sea realmente instantáneo.
Generando afectaciones a muchos niveles, los tiempos se han acortado al máximo en muchas áreas, percibiéndose procesos realmente cortos en duración, como muy largos.
La pérdida de perspectiva ha sido tan grande que ha generado una dinámica perniciosa, en la que de alguna manera se intenta complacer ese capricho, esa ilusión de inmediatez. Haciendo esfuerzos para cumplir lo imposible.
En realidad no es una cuestión de tiempos y plazos, la cosa tiene que ver más con la educación, que debe partir de los actores del ecosistema hacia los usuarios.