Los contenidos que se publican en Internet suelen estar programados en un porcentaje superior al que se emite en directo. Hay de todo, por supuesto. Pero lo más eficiente es que dependiendo de la agenda, no se busque la sincronización entre creación y publicación.
Casi todas las plataformas permiten la programación de la publicación, algunas incluso su caducidad, pero eso es otro tema. El caso es que, en la medida de lo posible, es buena idea programar los contenidos.
Se aprovecha el momento de creación y se deja preparado para que en la fecha y hora correcta salga. Liberando la carga de esa presencialidad digital. Pero como casi todo también puede generar problemas.
Sobre todo si surge un evento sobrevenido que haga desaconsejable la publicación de ese contenido, porque podría verse como inapropiado, o contradictorio con lo que sea que esté pasando en ese momento futuro.
Así que es importante tener capacidad de reacción para postergar o cancelar los contenidos, si es necesario. Y sí, evidentemente esta publicación está siendo programada.