El contenido que no se revisa

En el ámbito de la creación de contenidos digitales existe una gran fuerza que es complicado de gestionar. La inercia de la publicación tiende con mucha frecuencia a saltarse cualquier proceso de revisión.

Una combinación de prisa, cansancio y autoconfianza son perfectas para la publicación de contenidos erráticos, descontextualizados o malinterpretables. Y esta dinámica es realmente difícil de revertir.

Al menos para uno. Fácilmente caigo en la contradicción de no querer revisar nunca nada, a sabiendas de que cuando lo hago, siempre acabo haciendo correcciones. Algo que no me desalienta, volviendo a la casilla de salida.

Por esto es importante que independientemente de la percepción que se tenga, siempre se revisen los contenidos, si es posible con varias perspectivas y dejando en barbecho las piezas en las que se tengan dudas.

Por cierto, esta tontería la he revisado siete veces.

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