Los algoritmos son el demonio, eso es lo primero. Más allá de sus objetivos de conocimiento de los usuarios, intromisiones de privacidad, perfilado e impactos publicitarios, a veces, ese eco digital sirve de algo.
Que una plataforma te espíe en tus búsquedas y lectura de contenidos para conocerte mejor que tú mismo, está realmente feo. Sobre todo cuando se normaliza como pago por el uso de las mismas plataformas y se presta a manipulaciones publicitarias, leves y graves.
A esto no hay que ponerle ningún pero. Intentar tener una mente crítica y utilizar este entorno de forma inteligente, conociendo donde se está. Contraatacando por medio de la información. Obviedades que sirven para validar mi tesis y también la de un friky de la teoría de la conspiración, lo sé.
Este eco, a veces sirve de forma carambólica. Abriendo ventanas que de otra manera hubiera sido difícil, o no. Pongo un ejemplo tonto de hace unos días:
Leí un retuit de Guillermo del Toro hace unos días, sobre un evento online junto con Alfonso Cuarón, que me interesaba. Visité la web y vi que era de pago, busqué más info en Google y ni modo. Me olvidé del tema. Días después del evento Youtube me sugería un corte de los dos directores hablando sobre un tercero a cuenta de la película ‘Ya no estoy aquí‘ en el canal de Netflix.
Total, que debido a una búsqueda para un evento, acabé viendo otra cosa en la que recomendaban una película que de otra manera no hubiera visto.