Uno de los hándicaps previos a las vacaciones es el sobreesfuerzo que suele tener que realizarse para cubrir las fechas de desconexión. Algo que está presente en muchas áreas y especialidades, y que hace los últimos días especialmente cargantes.
En esta dinámica en la que estamos actualmente en esta sociedad de autoexplotación, en la que ha aparecido el término trabacaciones, para poner nombre a algo que lleva sucediendo años, cada vez se cruzan más líneas.
Cuando el trabajo tiene que estar presente siempre, la única forma de desconectar es adelantando y programando previamente, esperando que no pase nada mientras se está desconectado.
Así nos va.