El juego de parecer feliz cuando se está aburrido

Esta historia la he presenciado varias veces, de hecho, he participado queriéndolo o no en el pasado. Pero no por ello deja de resultar chocante, a pesar de haberse normalizado. Más bien resulta esperpéntico, sobre todo si se ve contextualizado.

Es precisamente la falta de contexto la que hace posible una interpretación positiva de algo tan flagrantemente falso. Pero observar la mecánica, desde antes hasta después, es tan llamativo como un documental de National Geographic sobre el comportamiento de los primates en la selva.

Estos días presencié otra vez esta escena y en mi cabeza casi podía escuchar la voz del narrador explicando este comportamiento. Mientras observaba a un grupo de 8 o 10 personas que se encontraban de vacaciones tomándose unas copas.

En teoría se suponía que debía ser un noche feliz. Vacaciones, amistades, parejas, copas, música en directo, buen clima, jornada previa de playa… todos los elementos necesarios para estar bien. Pero por el cansancio o la razón que fuera permanecían callados y con cara de mucho aburrimiento.

Hasta que se acordaron del juego de parecer feliz en las redes sociales. La lógica es aplastante, si no me divierto, al menos debo parecerlo. Así que eso hicieron. De a poco desenfundaron móviles y dieron rienda suelta a stories de Instagram y tiktokses como si no hubiera un mañana.

Al estar en la mesa de al lado, me temo que salí en alguna foto, al fondo, con cara de señor mayor asombrado. El caso es que durante la sesión fotográfica, el postureo de parecer feliz se convirtió en un divertimento en sí mismo. Algo que animó mucho al grupo.

Después del clímax la curva fue bajando de forma paulatina. El regodeo de likes y comentarios también tiene su aquel, así que durante un rato se mantienen las sonrisas en las caras iluminadas por los móviles. En grupo pero cada uno en su mundo.

Al terminar el egofestín y dejar los cacharritos, entre ellos intercambian los resultados y repercusiones. Vuelven a beber y poco a poco llega de nuevo el aburrimiento. Todo bien.

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