El postureo en redes sociales y en el resto de áreas vitales normalmente es superfluo, egocéntrico e insustancial, genera una sensación proyectada de éxito disociada de la realidad, y su práctica se desaconseja para protagonistas y seguidores.
Pero en situaciones concretas pueden acabar teniendo ese efecto llamada y de influencia también en cuestiones positivas. Es el caso del reciente postureo con las vacunas, en el que se comunica en redes todos los hitos, desde la inscripción, a la recepción de la cita, la propia vacunación y los no efectos negativos posteriores.
En estos días y debido al elevado número de vacunas no hay red social en la que nos se esté fronteando sobre este tema. Lo cual es muy positivo y habla de una población que acepta y chulea de las vacunas.
Así que mira por dónde, no todo tiene que ser malo en el egomundo social.