En lo que tiene que ver con la gestión de tareas, recibir un ristra de emails en racimo, empantana y de qué manera. Conversaciones que de forma síncrona llevarían unos pocos minutos se disparan en el tiempo.
Mensajes en racimo, con multitud de tareas dentro hacen imposible su respuesta a menos que sea completa. Lo cual la retrasa y puede acabar provocando la paradoja de que lleguen otros mensajes insistiendo en algunos puntos sin que se haya respondido el primero.
La sensación generada por la acumulación de mensajes es justo la contraria de lo que debería ser. Por llevarlo a un terreno más claro, si te hacen 10 preguntas y cuando estás empezando a pensar la segunda respuesta te hacen otras 10. De las cuales algunas son repetición acabas inmovilizado.
Y es cuando acabas diciendo ¡GTD, ven a mi!