Recién Whatsapp informa al abrir su aplicación de la cesión de datos a Facebook, que entrara en vigor el 8 de febrero. De no aceptar las nuevas condiciones del servicio, que incluyen la cesión de datos, los usuarios no podrán seguir utilizando este servicio de mensajería.

Varias cuestiones sobre esto. Lo primero es que esto no afecta a Europa. En Xataka lo explican. Lo segundo es que me sorprende que no lo hayan estado haciendo hasta ahora, al menos a determinado nivel. Otra tema es la concienciación de lo que supone la privacidad para el usuario medio ante este tipo de notificaciones.
¿Cómo actuará? Parece que seguramente aceptará todas las condiciones sin leer, y que no será necesario que se haga planteamientos entre si deja de usar Whatsapp o no. Por lo que se ve, la concienciación todavía no ha llegado ahí.
Con usuarios más avanzados y conocimiento de la plataforma de mensajería sí ha habido cierto postureo migratorio. Sobre todo hacia Telegram, en un ejercicio algo manido ya, por el que una noticia de este tipo los mueve ahora, aunque hayan tenido muchas oportunidades anteriormente, por fallas de seguridad.
El caso es que los que también usamos Telegram, no paramos de recibir notificaciones de que tu contacto fulanito y menganito se han metido en este servicio de mensajería no tan popular.
Lo paradójico es que, en todo un alarde ético de vulneración de la privacidad, los contactos de los nuevos usuarios, como bienvenida, reciben una notificación push en sus terminales. Gamificación 1, privacidad 0.
Y por qué muchos usuarios no se van directamente a Signal. Pues la respuesta sirve tanto para Telegram como para Whatsapp. Porque allí no hay nadie. Y de lo que se trata es de poder comunicarse. El tour de la indignación por privacidad es así. Te vas de Whatsapp a Telegram y luego vuelves. O tiras por Signal y luego vuelves escalonadamente.
Mis dieces para quienes no hacen esa ruta. Pero la mayoría de los mortales no tenemos opciones si queremos estar accesibles, que estar en las plataformas en las que están la mayoría de los usuarios. Y solo nos queda esperar que la UE plante cara y la plataforma corrija errores de seguridad y privacidad. No hay mucho más.