La cultura de la cancelación en redes sociales

En redes sociales, los usuarios cada vez hacen más alarde de la cancelación de quienes opinan diferente. Esta cultura de la cancelación se define por varios elementos y se aplica con distintos niveles de intensidad, depende del estadio en el que se encuentre dentro de la misma.

Al margen de esta dinámica, los humanos nos solemos agrupar por gustos e intereses, de forma totalmente natural. Eso es y seguirá siendo así. Nos juntamos con quienes van de nuestro palo a la vez que nos alejamos de los que no. Todo este párrafo cargado de obviedades podría eliminarse perfectamente.

Pero la vida te lleva a participar en muchos escenarios, conocer a otros ayuda a entender lo que les mueve y acabar comprendiendo que somos más parecidos de lo que nos gustaría reconocer.

El caso es que en las redes sociales, buscamos también tener una representación de la sociedad, no solo de amistades, sino gente de otros ámbitos, llegar más lejos en esa red de contactos y conocer lo que piensa gente alejada, no solo geográficamente sino de otros ámbitos.

Y esto último es una ventaja enorme. Usar un medio digital para estar en contacto con gente que se encuentra en otras localizaciones con algunos intereses comunes y otros totalmente antagónicos.

Y ahí es donde surge esta cultura perniciosa de la cancelación. En la que si alguien opina algo que es contrario se le critica, bloquea y se exhibe con orgullo dicha cancelación. Algo que es un error lo mires por donde lo mires. Sobre todo porque suele acabar en una espiral cada vez más exigente, en la que se llega a cancelar a quien no coincide al 100%.

Es verdad que desde el punto de vista de uno hay gente que puede resultar insufrible, pero es importante conocer lo que piensan los que están en las antípodas. Si no se hace esto, se acaba en una burbuja de auto afirmación que corre el peligro de entenderse como representativa de la sociedad.

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