Hay más gente de lo que pudiera parecer que tiene una percepción simplista y cuadriculada de la realidad. Por determinadas carambolas su vida se ha desarrollado con cierta facilidad. Algo de lo que no son muy conscientes por dos cuestiones.
La primera es porque ignoran el impacto de lo aleatorio que ha influido en su situación, haciéndoles creer que lo que se trata de muy poco frecuente es lo normal, confundiendo privilegios con normalidad.
Y la segunda es el rechazo a cualquier cuestión complicada con la que se han encontrado en su vida. Es un rechazo inconsciente. Si esto es difícil o exige cierto esfuerzo así que decido sortearlo e interpreto que no existe.
Claro, estas personas, por pura estadística se encuentran con problemas comunes para el resto de los mortales, pero esta vez no pueden sortearlos. Y es en ese momento cuando manifiestan una percepción negativa y distorsionada.
De hecho, no puede ser de otra manera. Es lógico. Poniendo de manifiesto su infantilización. Es triste ver a personas adultas con comportamientos inmaduros ahogándose en un vaso de agua.
Una situación que cada vez se produce más, porque mientras viven en los mundos de yupi la sociedad sigue avanzando de forma exponencialmente acelerada, complicándose y haciendo cada vez más manifiesta su inmadurez.