La gula de escaparate en servicios digitales

Creo que ya le he dado vueltas a este tema, que se repite muchísimo y al que no se le puede encontrar una solución buena. Hablo de cuando se descubre un elenco de servicios digitales que podrían ir bien y se decide pedir de todo.

Está bien, es bastante lógico, salvo el momento en el que se hacen cuentas. Iba a decir que las cantidades se salen de lo que se tenía pensado, pero en realidad lo normal es que no se tenga ni una idea, ni siquiera una aproximación.

En una suerte de infantilización, se pide todo el catálogo y se espera que se pueda asumir. Algo que no ocurre en ningún ámbito. Por poner un ejemplo sencillo, si vas a un guachinche y pides toda la carta, por barato que sea el sitio, te va a salir un pico.

Pero en digital, este esquema se da con bastante frecuencia. La reacción siempre es la misma, asustarse, salir corriendo y no decir ni mu.

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