Una de las cosas que más me llaman la atención es la ilusión de que, porque un interlocutor esté al otro lado de la línea signifique que está disponible.
O qué tras una serie de contactos sucesivos la comunicación va a seguir estando disponible y fluida. Al fin y al cabo proyectamos sobre lo que tenemos en nuestro presente.
Y en base a eso hacemos nuestras cábalas. Pero en general esto no significa nada más.
Salvo por un pequeño detalle. Cuando se produce lo que no esperas cuando asumes la ilusión de esa disponibilidad te quedas descolocado.
Me repito en esto, pero no puedo evitarlo, los sistemas de comunicación digitales son versiones empobrecidas de las interacciones reales, y como tales hay que entenderlas.