Como casi con todo lo importante es contar con el entrenamiento necesario para poder responder a según qué situaciones, también en digital. Contar con un buen fondo es imprescindible para poder mantener el ritmo.
Normalmente se piensa en todo lo que tiene que ver con la promoción digital, como si fuera lo único, algo que da para otra entrada, y además como si debiera recorrerse en una especia de sprint inicial.
Como si la idea fuera ser rápidos, dar duro al inicio, conseguir repercusión, llegar a los usuarios, números, números… Es algo bastante frecuente de encontrarse. Pero cualquiera que se haya dedicado un poco sabe que esto va a larga distancia.
Ni siquiera se puede decir que sea una maratón, porque ésta termina. Se trata de conseguir una velocidad de crucero, que sea verdaderamente necesaria para el proyecto que se está empujando y, lo más importante, que sea asumible.
Para eso lo primero es preguntarse en cuáles de las peores condiciones se podría mantener. Y a partir de ahí se tiene la referencia con la que establecer límites a la hora de desplegar la comunicación y el marketing digital.
No como una carrera, sino como un caminar sostenido en el tiempo. Ahí, es donde ocurren las cosas, sobre todo por maduración. Más que por picos altos y momentáneos.
Quien se marca un ritmo muy alto no consigue ni impactar eficientemente, ni por supuesto, mantenerse.
