Las introducciones en los vídeos en entorno digital

No hay nada más innecesario que utilizar una introducción o presentación en un vídeo que se va a mostrar en una plataforma digital. Sobre todo si este vídeo se ha colocado de forma patrocinada.

En estos entornos, se produce una paradoja temporal que arrasa con la calificación de la longitud de los mismos. Un minuto de duración es prácticamente considerado como un largometraje. Mientras que el estándar oscila entre los 6 y 15 segundos.

Además, el tiempo de reproducción en el que se produce el enganche está en los primeros 3 segundos. Si no llamas la atención al principio, la pérdida de seguimiento del vídeo, dibujada en la gráfica de seguimiento, es tremenda.

Así pues, estamos hablando de vídeos muy cortos, que deben enganchar en los primeros segundos. Algo que debería modificar la forma de mostrar estos contenidos audiovisuales.

En los que no caben introducciones ni presentaciones. Por supuesto se descarta cualquier tipo de contextualización histórica. Hay que ir al grano desde el principio, lanzando la información crítica en los primeros segundos, y la prescindible al final, donde con suerte llegará el 10% de los usuarios impactados.

Como con todo, las reglas están para saltárselas, siempre que se introduzcan elementos disruptivos y/o creativos. Pero en principio partimos del convencimiento que solo contamos con unos pocos segundos para presentar el mensaje, con la esperanza de que aguanten lo suficiente para que se muestre de forma sólida.

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