Una cita o reunión no se concierta por correo electrónico, whatsapp no cualquier otro medio electrónico. Se hace por teléfono. Al menos que se quiera marear la perdiz durante 4 o 5 días.
Si se quiere hacer de forma eficiente y rápida, una llamada telefónica y listo. No hay nada mejor. Esto lo teníamos claro hace 20 años, pero por alguna razón, la cosa se ha disparatado y ahora mucha gente ni se lo plantea.
Me he visto perder mucho tiempo y correos, de ida y de vuelta, para fijar un día y una hora, que cuadrara. Esta operativa no tiene sentido, se tienen que generar cuatro o cinco interacciones por interlocutor como mínimo.
Sin contar quién es el dominante y quién el pasivo. En este tema, los pasivos son los que más ruido contribuyen, porque antes que fijar un día y una fecha prefieren no pronunciarse y que su interlocutor adivine cuándo les va bien, dando como única pista su negativa a sucesivas propuestas.