Ahora que estamos en un tramo de crisis, aún con las diferencias epidemiológicas del momento, mucha gente se ve obligada a buscar soluciones por situaciones de urgencia, en las que normalmente no se meterían.
En este escenario en el que muchas personas buscan soluciones rápidas y efectivas a nivel económico, es donde aparecen los buitres, y por encima de ellos, los linces. Nada nuevo que no se viera en la crisis anterior.
Pero que puede pillar a algunos desprevenidos en esta. Para explicarme, las personas desesperadas son, como no podría ser de otra manera, un blanco fácil. A menos que estén espabiladas, su necesidad será aprovechada por todo tipo de desaprensivos.
En el peor de los casos acabarán en una situación dramática, dependiendo de las acciones que decidan tomar. Esto ha pasado en todas las crisis. Si se aplica perspectiva histórica y un poco de sentido común, se tendrán los elementos suficientes para sortear situaciones peligrosas.
Luego están los buitres, hay de todo tipo. Por supuesto los que se aprovechan de las personas que se encuentran en situación de necesidad. Pero también los que parasitan el trabajo y conocimiento de los demás.
Este tipo de buitre se podrá identificar rápidamente, porque propondrá colaboraciones ventajosas o directamente las recetas de quienes identifiquen como exitosos. Nada de especializarse, le tirarán a todo lo que huela a billetes rápidos.
Pero su envidia congénita también será su perdición. Porque en su afán por apropiarse del éxito aparente de los demás, también está su debilidad. Que será aprovechada por los linces, que son los que se meriendan a los buitres.
Los linces no se aprovechan de los que se encuentran en situación de necesidad. Ellos buscan a quienes quieren aprovecharse de aquellos. Como el anzuelo es mucho mayor, ofrecen los secretos del grial para que los buitres puedan zamparse a los incautos.
Ignorando que en su rol de cazadores, acabarán siendo devorados por los linces. Que los meterán en una especie de situación piramidal, en la que tendrán que aportar cada vez más recursos tras el objetivo de conocer cómo forrarse rápido a costa de otros.
Este juego de caza a tres niveles es prácticamente invisible para cada presa, pero en entornos digitales, se está librando en casi cada parcela de monetización disponible.