Estoy totalmente a favor del uso de las videoconferencias, es más, creo firmemente que los desajustes que se producen todavía en el uso de esta tecnología tiene más que ver con el tipo de uso que le dan los usuarios que otra cosa.
Uno de los desajustes más incómodos viene de los silencios de los interlocutores. Algo que se produce por una combinación de cuestiones que acaban minando al hablante, al entender que está hablando solo.
Intentar no interrumpir a veces se lleva al extremo, llegando a permanecer en silencio incluso cuando el interlocutor que tiene la palabra interpela directamente. Otra cuestión curiosa se produce cuando quien está al otro lado ha desconectado de la conversación mientras asiente con la cámara y sonido activado.
Debería haber un indicador para informar de quién está a otra cosa mientras hablas. Más o menos uno se da cuenta, pero al menos serviría para que el ausente se hiciera visible en la plataforma.
Cuando tienes que repetir los mismo tres veces, la última muy lentamente mientras tu interlocutor asiente con sucesivos ajá y pasa a preguntarte cómo se hace justo lo que repetías, es un buen indicador de desconexión mental.