En lo que tiene que ver con el marketing digital, la identificación de las tendencias para cada año es algo tan irrelevante como fallido. Pero de alguna manera ofrece un horizonte a quien lo necesita, generando cierto efecto placebo.
Nadie vio llegar los hitos inesperados que menearon el escenario en los últimos años, así que tampoco hay necesidad de marcarlos en función de unas fecha, aunque sea año nuevo. De hecho lo acertado es hacer un seguimiento de lo que ya está pasando, imaginar cómo se puede desarrollar y buscar cómo adaptarse.
La pandemia y posterior confinamiento de hace casi dos años, fue un elemento con afectación a la relación de las personas con las plataformas digitales, avanzando de forma acelerada dinámicas que previsiblemente tardarían mucho más tiempo.
Pero es toda una incógnita cómo afectará culturalmente el fin de la pandemia entre la sociedad. Si se produce, la reacción puede acabar desembocando en una explosión de ansias acumuladas. Pero la gran pregunta es ¿de qué?
En cualquier caso, mejor es dejarse de futuribles y adquirir el hábito de la observación. De vez en cuando viene bien levantar la cabeza y ver qué está pasando, al menos para tener cierta perspectiva.