Todo el mundo se cree que sabe hasta que se mete en faena

Da igual a que apliques esto. Si ves a alguien muy sobrado, hablando de lo mal que lo hacen los demás y lo mucho que sabe de lo que sea, sospecha. Lo más probable es que sepa solo un poco, lo suficiente para creer que sabe mucho. Y a partir de ahí todo mal.

El famoso efecto Dunning-Kruger hace furor en entornos digitales, un ecosistema que también atrae a los vendemotos como a los mosquitos en un pantano. Una cosa es manejarse como usuario y otra cosa, que no tiene nada que ver, es pilotar al otro lado de la pantalla. Repito, nada que ver.

Ahora que el sector casi se ha estabilizado y casi todo el mundo entiende que las distintas disciplinas necesitan de personal profesional cualificado y con experiencia, es importante recordar una de las máximas a la hora de afrontar cualquier proyecto: la incertidumbre.

La duda es el estado natural en este tipo de escenarios tan cambiantes. En un lado de la balanza tenemos la estrategia, la planificación y las ideas, y en el otro la incertidumbre, las dudas, los tests, la interpretación de las métricas y las modificaciones.

Ese es el camino: huir de la certidumbre y saber leer los signos para orientarse en el camino.

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